Steven Spielberg y Harrison Ford, dos de las figuras más emblemáticas de Hollywood, crearon una sociedad cinematográfica que duró 43 años y los vio colaborar en 27 películas. Desde la legendaria En busca del arca perdida hasta la conmovedora E.T. el extraterrestre, su trabajo conjunto ha dejado una marca indeleble en la historia del cine. Sin embargo, detrás de escena, su colaboración no estuvo exenta de tensión. A pesar de sus increíbles éxitos, su relación estuvo marcada por diferencias y luchas creativas, lo que llevó a un completo silencio entre los dos en los años posteriores.
El camino de Steven Spielberg hacia el mundo del cine estuvo profundamente influenciado por su juventud. Nacido el 18 de diciembre de 1946, de padres judíos con raíces ucranianas, la infancia de Spielberg estuvo llena de desafíos. Su familia se mudaba con frecuencia debido al trabajo de su padre, y Spielberg a menudo se sentía aislado, siendo uno de los pocos niños judíos en sus nuevos barrios. Acosado por su herencia, luchó con su identidad y a menudo trató de distanciarse de sus raíces judías. Sin embargo, el cine se convirtió en su escape. A los 12 años, Spielberg ya estaba creando cortometrajes, y a los 13, había ganado su primer concurso por una película que creó con un equipo mínimo. Su pasión por contar historias y hacer películas creció, lo que finalmente lo llevó a su gran oportunidad con el cortometraje de 1968 Amblin, que llamó la atención de Universal Studios.
Con tan solo 22 años, Spielberg firmó un contrato de dirección de siete años con Universal, consolidando así su lugar en Hollywood. Su dirección de televisión en episodios como Columbo y su primer éxito Duel (1971) demostró su capacidad para convertir historias sencillas en obras maestras cinematográficas. Pero fue Tiburón (1975) la que realmente convertiría a Spielberg en un nombre conocido.
En 1975, Spielberg estrenó Tiburón, un thriller sobre un tiburón asesino que aterrorizaba a un pequeño pueblo. Aunque el tiburón mecánico de la película era un desastre y fallaba con frecuencia, Spielberg tomó la audaz decisión de mantener a la criatura fuera de la pantalla durante gran parte de la película. Este enfoque lleno de suspenso, combinado con la icónica banda sonora de dos notas de John Williams, reescribió las reglas de la realización cinematográfica y estableció a Spielberg como un maestro del suspenso. Además, Tiburón introdujo el concepto de éxito de taquilla de verano y cambió la forma en que se estrenaban las películas, con Universal invirtiendo fuertemente en anuncios de televisión y un lanzamiento a nivel nacional.
Este éxito no sólo convirtió a Tiburón en un triunfo financiero, sino que también marcó el inicio de una nueva era en Hollywood, en la que el espectáculo y las películas de alto concepto pasaron a ser tan importantes como la narración de historias. Spielberg siguió ofreciendo éxitos como Encuentros en la tercera fase (1977), en la que su enfoque en el asombro y la conexión humana, en lugar del miedo, transformó la forma en que se contaban las historias de extraterrestres.
En 1977, cuando Spielberg ya era un nombre conocido, se asoció con George Lucas para crear Indiana Jones. Inicialmente, el papel de Indiana iba a ser interpretado por Tom Selleck, pero cuando Selleck tuvo que echarse atrás, Spielberg recurrió a Harrison Ford. A pesar de las dudas de Lucas sobre contratar a Ford, que ya había interpretado a Han Solo en La guerra de las galaxias, Spielberg confió en que Ford aportaría algo único al papel. El resultado fue uno de los personajes más emblemáticos de la historia del cine, con el carisma de Ford y su compromiso con el personaje convirtiéndolo en una figura inolvidable.
Durante el rodaje de En busca del arca perdida (1981), Ford hizo un cambio memorable e inesperado en el guión. En una escena de lucha, en lugar de seguir la coreografía, Ford sugirió filmar al villano con espada, lo que resultó ser uno de los momentos más divertidos e icónicos de la película. Esta improvisación demostró la confianza que Spielberg tenía en Ford para hacer suyo el personaje, y En busca del arca perdida se convirtió en una sensación instantánea, recaudando 389 millones de dólares en todo el mundo.
A medida que la franquicia de Indiana Jones continuaba, Spielberg, Lucas y Ford se reunieron para Kingdom of the Crystal Skull (2008). Para ese entonces, Ford era un actor mayor y más experimentado, y Spielberg no estaba seguro de si quería volver a interpretar al personaje. Finalmente, aceptó por lealtad a Lucas y amor por el personaje, pero comenzaron a surgir diferencias creativas, particularmente con la dirección de la historia. La insistencia de Ford en interpretar a un Indy envejecido, con arrugas y todo, agregó complejidad al personaje, pero también puso de relieve las tensiones entre los cineastas. Las controvertidas elecciones de la historia de la película marcaron el comienzo de una relación tensa entre Spielberg y Ford, y los dos no se hablaron durante años.