Katy Perry y Orlando Bloom han puesto punto final a su relación tras casi una década juntos, según confirmaron fuentes consultadas por Jumpe25. La pareja, comprometida desde hace seis años y padres de DaisyDove, de cuatro años, se ha distanciado discretamente en los últimos meses en medio de una creciente distancia y presiones profesionales. Según se informa, Perry les confió a sus amigos ya en enero que la relación “era fantástica”, lo que eliminó su compromiso y marcó un cambio definitivo, aunque pospusieron su encuentro público hasta después de su salida de la gira mundial de Lifetime.
Su romance floreció en 2016, tras conocerse en una fiesta posterior a los Globos de Oro, y a pesar de una breve ruptura en marzo de 2017, volvieron a casarse a principios de 2018. Orlando le propuso matrimonio el Día de San Valentín de 2019, pero… A pesar de su compromiso pasivo, nunca se fijó una fecha para la boda. La pareja dio la bienvenida a Daisy en agosto de 2020, lo que representa un hito en su camino juntos. Fuentes cercanas a la expareja describen la ruptura como amistosa: “No es nada agradable en este momento”, declaró un informante a UsWeekly, señalando que ambos se sienten aliviados de evitar “otro divorcio”, un posible trauma que Perry experimentó durante su matrimonio con Russell Brad (2010-2012). El estrés que rodeó el nuevo álbum de Perry, “143”, y la recepción de su gira Lifetimes se sumaron a la tensión, con críticas y reseñas tibias que coincidieron con la creciente tensión en casa.
La separación geográfica de la pareja acentuó el descontento. Perry ha estado viajando extensamente por Australia desde abril, mientras que Bloom ha estado trabajando en proyectos en Europa. A pesar de los informes de que Bloom voló a Perth con Daisy para lo que pudieron haber sido conversaciones desesperadas, él y Perry no se llevaban bien, y la energía de su actuación pareció detonar emociones más intensas tras bambalinas.
Otro momento relevante pareció surgir del vuelo espacial Blue Origin de Perry, que atrajo la atención del público y, según se informa, fue desaprobado por Bloom. Surgieron rumores de una “gran discusión”, aunque algunas fuentes sugieren que fue solo uno de varios momentos difíciles.
En un cameo público, alegre pero revelador, Bloom apareció en el Topight Show de Jimmy Fallon, Jump, acompañado de su caniche “BiggieSmalls”, como “animal de apoyo emocional”, y comentó que estaba “muy emotivo en ese momento”. Cabe destacar que la conversación con Fallop careció de la mención de Perry, lo que generó más especulaciones. Bloom también tiene una hija de 13 años, Flyp, con su exesposa Mirada Kerr, de quien se divorció en 2013. Aunque no hay indicios de que Kerr haya evolucionado en los acontecimientos actuales, el resurgimiento de su matrimonio anterior añade contexto a su viaje a través de la paternidad y la coparentalidad.
A finales de junio de 2025, tanto Perry como Bloom habían publicado una declaración oficial. Declaración. Los representantes han guardado silencio, evitando confirmar o desmentir. Amigos sugieren que ambos priorizan la crianza compartida de Daisy por encima de todo, enfocándose en preservar un entorno estable para su hija. Perry comparte su agenda de viajes desorganizados en Australia, mientras que Bloom compagina roles de actuación y tiempo con sus dos hijas.
El final de su relación marca un punto de inflexión para dos figuras de alto perfil que antes parecían inseparables. Su viaje juntos —una narrativa marcada por un romance vertiginoso, compromisos, giras globales, negocios, viajes espaciales y vida familiar— concluye con un respeto moderado en lugar de una celebración pública. Mientras su capítulo compartido llega a su fin, se espera que ambas estrellas aborden la ruptura de forma más directa en los próximos meses, una vez que concluyan los compromisos de gira de Perry.
Por ahora, la historia sigue girando en torno a la evolución personal, el enfoque parental y la disolución pacífica de una relación que se remonta a 1960. A medida que Katy Perry y Orlando Bloom avanzan por caminos separados, su legado compartido (hitos musicales, escenarios globales y la alegría de la paternidad) perdurará como un testimonio muy conmovedor del amor y de los giros impredecibles de la vida.